La localidad ocupa una llanura junto al barranco de La Clamor al amparo de un sólido respaldo roquero, que preside la localidad. En lo alto de ese impresionante puntón de arenisca llamado Peña de Santa Margarita, se conservan los restos de la fortaleza a la que se accede por unas gradas excavadas en la roca.
Recorriendo su casco urbano es posible admirar algunos interesantes ejemplos de arquitectura popular, siguiendo los patrones constructivos propios del Somontano, siendo el tapial, la piedra arenisca, el ladrillo y la teja árabe los materiales dominantes.
La iglesia de Santa Lucía se levantó en el siglo XVI en estilo gótico tardío. Al exterior presenta la típica galería de arcos de ladrillo que servían para ventilar adecuadamente los maderos y vigas del tejado. Su nave única se cubre con airosas bóvedas de crucería estrellada. Pero lo más destacado es su portada, una de las obras de escultura renacentista más elaboradas del Somontano (año 1576).
La torre campanario, exenta, cuenta con dos cuerpos medievales sobre los que en el siglo XVIII se levantó un tercero adornado con una elegante decoración.
Celebra sus fiestas mayores en honor de Santa Lucia, del 13 al 16 de diciembre.
