Los alrededores de la población están salpicados de pequeñas edificaciones agrícolas. Para la construcción de muretes y pajares, en estos lugares del sur del Somontano, se utilizó la tosca, piedra caliza, ligera y porosa, o el mallacán, un conglomerado de color rojizo que se extrae de los mismos campos de cultivo.
El casco urbano está articulado en torno a la Calle Mayor, en donde se localizan algunas interesantes casas solariegas, con portadas de ladrillo y bellos balcones de forja.
En uno de los extremos de la calle Mayor se levanta la iglesia parroquial de Santa María Magdalena. Es un templo románico del siglo XII al que se abrieron varias capillas entre los siglos XVI y XVIII. La portada, realizada en 1587, fue profusamente decorada en estilo renacentista.
En un desolado paraje en el barranco de La Clamor, se localizan las ruinas del despoblado medieval del El Almerge, con los restos de su antigua iglesia románica de San Isidro, contemporánea de la de Laluenga. Su ábside conserva una decoración de conchas de peregrino en los capiteles.
