La villa somontanesa cuenta desde este verano con un circuito de orientación permanente

La impresionante Colegiata de Santa María preside el horizonte de Alquézar. Situada en un privilegiado enclave en el último tramo del cañón del río Vero, en el corazón de la Sierra de Guara, esta bella localidad es todo un paraíso para los amantes de la naturaleza y los deportes de aventura. Además, un recorrido por el entramado medieval de sus calles, declarado Conjunto Histórico Artístico, es asignatura obligada para todo aquel que se acerque a esta villa somontanesa.

Desde este verano, Alquézar propone a sus visitantes un circuito de orientación permanente, una forma diferente y atractiva de recorrer los recovecos de sus calles y pasadizos, la posibilidad de perderse en el sinuoso trazado de su casco urbano y descubrir sus recoletos rincones, convirtiendo en aventura el simple hecho de callejear por la villa. Para ello sólo hace falta seguir las indicaciones del mapa que se puede recoger en la Oficina de Turismo, y en el que se dan las claves para localizar sobre el terreno las balizas situadas tanto en el casco urbano como en algunos de los senderos de su entorno que los interesados deben encontrar aprovechando sus dotes investigadoras, como si se tratara de un juego en el que Alquézar es un gran tablero.

Eso es lo que hicieron, a principios de verano, el medio centenar de participantes en la Jornada de Iniciación a la Orientación que se desarrolló en Alquézar organizada por el Servicio Comarcal de Deportes del Somontano, en colaboración con el Club Ibón de Orientación y el Ayuntamiento de la localidad, con el fin de promover este circuito de orientación permanente, dentro de la campaña de promoción del deporte de la orientación en el Somontano. La actividad, sin ánimo competitivo, reunió a personas de todas las edades procedentes de muy diversos lugares como Zaragoza, Huesca, Barbastro, Alquézar o, incluso, grupos de franceses que veraneaban en la villa o en localidades próximas, que disfrutaron con la experiencia.

Todos ellos recibieron un mapa a escala 1:3.500, con curvas de nivel cada metro de altura y un detalle tan preciso que pueden verse los árboles aislados, las rocas, las fuentes e, incluso, se diferencian las calles normales de las que son escaleras o pasadizos. Ese documento es fruto del preciso trabajo cartográfico realizado durante más de dos meses por Santiago Choliz, presidente del Club Ibón de Zaragoza y gran impulsor del deporte de la orientación, tarea en la que en la Comarca del Somontano cuenta con Carmen Guardia, responsable del SCD Somontano, como gran aliada.

El mapa de Alquézar no es un mapa de orientación al uso, según explica Choliz. "En una competición, los participantes deben conocer las leyendas y símbolos técnicos para interpretar el mapa y localizar las balizas, pero en el de Alquézar tan sólo viendo los diferentes colores del mapa ya pueden saber qué es y, además, tienen al lado las leyendas que identifican árboles, cuevas, fuentes…". El objetivo es que sea una experiencia asequible a personas de todas las edades, que disfruten realizando un recorrido de poco más de dos kilómetros por calles y senderos que, según su diseñador, puede realizarse en "una hora y cuarto, más o menos".

Dadas las especiales características de Alquézar, a pesar de ser un circuito permanente, las balizas no están situadas a simple vista. "Hay doce señales que localizar, pero están escondidas para hacer más interesante su búsqueda y que no "fastidien" la foto del turista", señala Chóliz. De esta forma, los que deseen participar en esta peculiar aventura deberán buscar cuadrados de 10x10 centímetros, la mitad blanca y la otra naranja, que pueden encontrarse "en la base de un árbol, detrás de una fuente… No están visibles a primera vista en un parque, por ejemplo", advierte el autor del recorrido.

No obstante, con el fin de facilitar la identificación de los lugares, "en el reverso del mapa están las fotografías con las localizaciones de las balizas, para que nadie tenga problemas a la hora de encontrar las señales". Otra de las circunstancias a tener en cuenta es que todas las balizas están situadas en lugares de total accesibilidad, a los que se puede acceder andando por calles o caminos, sin tener que saltar ningún muro ni caminar por zonas que puedan resultar incómodas o peligrosas.

MÁS POSIBILIDADES

Asimismo, el mapa no se limita únicamente al casco urbano de Alquézar, sino que ofrece más posibilidades, ya que abarca también el perímetro de la villa somontanesa. Siguiendo sus instrucciones, se pueden hacer también "algunas de las excursiones más asequibles que los visitantes suelen realizar en su visita a Alquézar", comenta Chóliz, que ha incluido en el documento la cartografía necesaria para facilitar el acceso a la Ruta de las Pasarelas, la ermita de San Pelegrín o el Puente de Fuendebaños. "Es un mapa para moverte por Alquézar y sus alrededores y sin perderte", resume su autor.

La Oficina de Turismo de Alquézar ha ofrecido ya durante las últimas semanas la posibilidad de realizar este circuito a los visitantes que se han acercado hasta la localidad somontanesa, y ha promocionado este recorrido especialmente entre los grupos familiares. "La idea es que el circuito será una actividad que puedan hacer los turistas que vengan a Alquézar, especialmente los que vienen con niños pequeños", explica el alcalde, Santiago Santamaría, que se muestra muy ilusionado con la iniciativa. "Alquézar da para mucho más que ir sólo a la colegiata. El mapa permite realizar un recorrido sencillo, sin necesidad de llevar brújula, por el casco urbano de la villa y los caminos cercanos".

Este año las señales son "transitorias y están fijadas con alambres, para ver cómo va la experiencia", pero el deseo tanto del autor del recorrido, Santiago Chóliz, como del alcalde de Alquézar, Santiago Santamaría, es que se conviertan en permanentes y que, con el tiempo, el recorrido se amplíe a otras zonas próximas a la villa, "y que llegue al río Vero".

Por el momento, un buen número de personas se ha animado ya a participar en esta aventura urbana que les ha permitido descubrir Alquézar y sus rincones de una forma divertida, como si de un juego se tratara. La propuesta seguirá activa durante todo el año y ya se piensa en cómo potenciarla y completarla. En esa tarea entraría la posibilidad de realizar una versión "sin barreras", que también sea accesible a disminuidos físicos. Y, si se cumple la previsión de los implicados de ampliar el circuito, estableciendo nuevos controles y cartografiando rutas importantes de excursión, poder aprovechar esta infraestructura para acoger una prueba oficial de la Liga Aragonesa de Orientación a Pie. De hecho, este año la cita será el próximo 27 de septiembre en Castillazuelo, pero para 2010 Santiago Chóliz, ya piensa en "una carrera urbana, que sería toda una novedad en la Liga Aragonesa, pero Alquézar reúne unas condiciones ideales".

Eso es el futuro. El presente, un circuito permanente de orientación en la naturaleza, accesible para personas de todas las edades que tan sólo deben solicitar el mapa en la Oficina de Turismo de Alquézar. No se trata de hacer una carrera, sino de pasar un rato divertido siguiendo las pistas por el entramado medieval de la villa somontanesa como si fuéramos Sherlock Holmes, aunque sin necesidad de llevar lupa.

 

Autor: Noemí Labara
Fuente: Diario del Altoaragón