3. Acertar el maltrato

¿Cómo he llegado a este punto?” La exposición repetida a cualquier grado de violencia o agresiones, aunque sean débiles, afecta a la conciencia crítica y la autoestima. El resultado es la distorsión de la capacidad para detectar la violencia debido a la baja intensidad de los primeros incidentes, lo que expone a la mujer a graves secuelas físicas y psicológicas.

Para entender el proceso de habituación, podemos usar el experimento de la rana:

 

Si metiésemos una rana en una olla con agua a 70 grados de temperatura, la rana saltaría y se negaría a meterse en el agua hirviendo: tiene capacidad de reacción. En cambio, si intentamos meter a la rana en agua a 20 grados y la vamos subiendo, poco a poco hasta superar los 50 grados, la rana no se dará cuenta de lo que está sucediendo. Se quedará paralizada e intentará saltar, pero al llevar mucho tiempo dentro del agua, sus músculos ya no le permitirán dar el salto: habrá perdido su capacidad de reacción y no podrá salir. Al final, el agua hervirá y la rana no habrá podido salir de la olla.

Lo mismo podemos aplicar al maltrato: empieza de manera sutil y progresivamente se agrava hasta que es muy difícil identificar la situación cuando ya se está dentro.