Su nombre procede del latín "Stata" y hace referencia a una de las paradas que jalonaban un camino municipal romano. El origen de la población está en la Villa Stata, un importante asentamiento agrícola fortificado de época tardo romano (siglo VI). Los mosaicos pertenecientes a sus salas nobles se custodian en el Museo Provincial de Zaragoza.
La iglesia parroquial está dedicada a San Pedro y es obra del siglo XVIII. En su construcción se utilizaron aparejos procedentes de la iglesia románica a la que sustituyó. El vano y la portada de piedra, con sus curvas y contracurvas, expresan el nuevo lenguaje barroco. La torre, decorada con aplicaciones cerámicas y formas geométricas a base de ladrillo aplantillado, ofrece un singular aire neomudéjar.
El Embalse de "El Ciego" donde el río se remansa, constituye un interesante humedal ocupado por anátidas, garzas, cormoranes y gaviotas invernantes.