Lascellas
Este municipio, puerta del Somontano, tras cruzar el Alcanadre, recibe al visitante entre ondulados campos, viñedos y las Bodegas Sierra de Guara.
La historia de Lascellas ha ido de la mano de la de sus puentes. En el siglo XIII se construyó un puente medieval gótico que, con sus arco apuntado y su inusual altura, debió presentar un aspecto espectacular. En el año 1860 se terminaron las obras del gran puente colgantes, el primer de España construido directamente por la Administración del Estado. Colgaba a 36 m de altura sobre el cauce del Alcanadre. Fue volado en 1939. En 1938 se construyó el puente Arbex, actualmente en desuso.
Junto a la cabañera que cruza el Somontano en dirección a la Sierra de Sevil se encuentra la pequeña ermita de San Antón, construida a finales del siglo XVII.
La iglesia parroquial está dedicada a Nuestra Señora de los Ángeles. El origen medieval de este templo queda bien patente al exterior, en la rotundidad de sus muros y en los modillones (elementos a modo de pequeños bloques) que soportan la cornisa original y al interior, de piedra vista, en la bóveda de cañón apuntado que cubre la única nave.
En el casco urbano se encuentra la ermita gótica de San Miguel, cuya puerta se decora con puntas de diamante.
Lascellas es conocida por su pequeña fábrica de relojes de torre, que tradicionalmente ha venido marcando el ritmo de vida en muchos pueblos del Somontano.
El día 8 de diciembre se materializa una promesa de agradecimiento a la Virgen por salvar al pueblo de una peste que lo asolaba: es la Procesión de los Descalzos. En agosto celebra sus fiestas en honor a San Antón.
Ponzano
El monumento más destacado es su iglesia parroquial, dedicada a Santa María la Mayor, una buena muestra de la arquitectura del siglo XVI (portada renacentista, bóvedas de crucería gótica ...).
A las afueras de la población se encuentra el pozo fuente. Su singularidad radica en estar totalmente excavado en la roca, por lo que su abovedamiento es irregular y presenta un aspecto más tosco que los demás. En sus paredes es posible observar cruces y otros símbolos protectores del manantial.
En su término municipal se encuentra la ermita de San Román, levantada junto a la cabañera que atraviesa el Somontano de norte a sur. Fue construida en el siglo XVII y su historia ha estado ligada desde sus orígenes a la cabañera, ya que junto a ella existió un descansadero para los rebaños trashumantes y una hospedería para los pastores. Hasta hace poco tiempo, la ermita fue también escenario de exorcismos. Allí los endemoniados permanecían varios días atados a las camas de la hospedería, revolviéndose entre alaridos, hasta que el diablo abandonaba sus cuerpos.
La tradición vitivinícola de esta población ha perdurado con la Bodega Osca, cuyas instalaciones combinan la modernidad con espacios históricos como los calados subterráneos del siglo XVI en los que crían y envejecen los vinos de alta gama.