La competencia entre destinos es cada vez mayor, y los viajeros buscan experiencias auténticas y responsables antes de elegir su próximo destino. Para ello, es fundamental desarrollar nuevos recursos audiovisuales que no solo informen, sino que también emocionen e inspiren.
El Moliné de Barbastro, el torno de Buera y el molino de Chuaquín de El Grado contarán con contenidos interactivos y experiencias multisensoriales que faciliten la comprensión de los procesos tecnológicos y sociales vinculados al mundo agroalimentario, al tiempo que promueven una conexión más profunda y significativa con los visitantes. Los tres proyectos, diferentes para cada espacio, tendrán como denominador común un informador virtual que, alimentado por inteligencia artificial, responderá las preguntas turísticas que sobre el territorio le realicen las personas que visitan estos centros.