Biodiversidad
La biodiversidad es como denominamos, de forma más breve, a la diversidad biológica, que integra toda la variedad de especies y manifestación de vida incluyendo la genética y los hábitat donde viven y su relación entre sí y con el entorno.
En la naturaleza todo está conectado, cada especie, incluido el ser humano, metafóricamente hablando, es un eslabón de una cadena, cada uno tiene su misión para que todo funcione bien y en equilibrio dentro del hábitat o ecosistema donde habitan.
La evolución de las especies, es el resultado de su modificación genética con el transcurso del tiempo, para poder adaptarse a las circunstancia adversas del entorno. La selección natural tiene una misión importante ya que aquellos individuos que son más fuertes a las nuevas circunstancias dejarán más descendencia.
En palabras de Darwin: "Metafóricamente puede decirse que la selección natural escudriña, cada día y cada hora, por todo el mundo, las más ligeras variaciones: rechaza las que son malas, conserva y acumula las que son buenas…" El Origen de las Especies. Pág. 118. Capítulo 4.
No se conoce el número exacto de especies diferentes, se estima que entre 5 y 30 millones, de las que se conoce sólo 1 millón cuatrocientas mil entre animales y plantas. Muchas especies han desaparecido antes de haber sido identificadas, y con ellas todas las propiedades de las que podríamos beneficiarnos. Los científicos consideran que el ritmo actual de desaparición de especies es entre 100 y 200 veces superior al normal, de hecho los expertos afirman que “la creciente desaparición de especies equivale a la de los dinosaurios”.
La biodiversidad es importantísima para nosotros, siendo la base de la supervivencia de la especie humana, ya que de ella obtenemos alimentos, ropa, medicinas, energía, equilibrio en los ecosistemas, control de las plagas, etc. Además proporciona materias primas y soporte para las actividades económicas.
Debemos, entre todos, hacer el esfuerzo para su conservación. El Somontano es rico en especies, pero el abuso de productos químicos en los cultivos, el monocultivo en grandes extensiones, la eliminación de especies autóctonas de los márgenes, el aumento de contaminación de ríos y riberas, los incendios y su consecuente deforestación y pérdida de suelo, la ocupación masiva de espacios naturales... son algunas de las causas que hacen que disminuya la variedad de especies a gran velocidad. Por eso es importante que tengamos cuidado en las prácticas agrícolas y ganaderas, volviendo hacia algunas técnicas de cultivo tradicionales más respetuosas, y que también proporcionaban buenos resultados a corto y medio plazo.
La protección de la biodiversidad del planeta y el hábitat de cada especie que habita en él, debe ser un tema que interese y preocupe a todas las personas, y debemos participar en nuestra vida cotidiana, desde nuestra localidad, para garantizar un futuro de calidad a nuestros hijos y nietos.